jueves, 15 de marzo de 2012

PREGON S. SANTA 2006 DE PATERNA RIVERA (3ª PARTE)

VIERNES SANTO

José de Arimatea, que era discípulo de Jesús en secreto, pidió a Pilatos autorización para retirar el cuerpo de Jesús y se lo concedió. Tomaron a Jesús, lo descendieron y con unas vendas con aromas de mirra y aloe lo envolvieron y lo llevaron a un sepulcro nuevo. Maria Magdalena y María la de Joset se fijaron donde lo colocaban para pasado el sábado, embalsamarle.


En la noche del Viernes Santo en Paterna procesionan las hermandades del Cristo de la Buena Muerte y Santo Entierro y la hermandad de la Soledad.

El paso del misterio lleva a Jesús en el Santo Entierro y la Virgen de la Soledad sin el palio y con la cruz y el sudario. El acompañamiento musical corre a cargo de sus respectivas agrupaciones, tanto la del Cristo como la de la Virgen.


Es digno de mención, destacar que en nuestro pequeño pueblo de Paterna, tengamos dos agrupaciones musicales de un nivel tan elevado y que nosotros seamos capaces de mantener y avivar esta llama de interés musical y cofradiero que tienen nuestros paisanos y hermanos.

Tras el Santo Entierro va la Virgen de la Soledad:


En su trono de plata repujada

con su candelaria, sus jarras y candelabros de cola

su saya bordada

con su toquilla a cuestas,

su manto negro aterciopelado

su corona de plata entera.

Tu pueblo entero se ilumina

ante tanto esplendor

todo el mundo maravillado

ante la Virgen de mayor dolor.


Los corazones se vuelcan

el cielo se abre

las estrellas afloran

viene el viento que también quiere verla.

El frío, las nubes se enloquecen

que sale la Virgen

que sale la Soledad.


El gentío ensimismado

cuando pasa la Patrona,

ánimo cargadores, mecedla

mecedla despacio, que no se mueva

que el tiempo no pase

que se quede aquí a mi vera,

que el calor de una madre

alimenta mi fuego interno,

con amor y con cariño

el pueblo entero te venera.

escucha de tu pueblo el clamor

que tu gente considera

a la Soledad la primera

paternera del dolor.


Soledad al verte tu cara

y respirar al paso tus olores

tu fragancia me embriaga

de mi corazón salen rosas de amores.


Tu pena Soledad

que tu hijo ha muerto,

lo viste morir en la cruz

tras Él vas sin consuelo.

Si el Cristo tuvo que morir

así estaba designado,

pero Jesús nos dejó

a Juan su discípulo amado

que te acompañará para siempre

y no se despegará de tu lado.


Soledad te recoges

tras pasear por tus calles

y volver a tu morada

que es el templo de Dios.

Soledad de ti me despido

pero solo es hasta luego

que como buen hijo a una madre

visita el año entero,

que no pase un día mi Virgen

sin ver a mi Madre, que la quiero

sin ver a mi Patrona, que venero

sin ver a la Soledad, mi amor verdadero.


RESURRECCIÓN DEL SEÑOR


Tras oír el precioso canto de nuestro coro, en esa oración a la resurrección del Señor, que cada vez que oigo me llena de emoción, pasamos a relatar los hechos:

Era el primer día de la semana, María Magdalena de madrugada se dirigía hasta el sepulcro, cuando llega, todavía oscuro, ve la piedra quitada del sepulcro. Echó a correr a donde Simón Pedro y dijo: “se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”.

Fueron varios discípulos y vieron el sepulcro vacío, las vendas en el suelo y el sudario que cubrió su cabeza plegado en un lugar aparte. Vieron y creyeron, entonces comprendieron la escritura “Jesús debía resucitar de entre los muertos”.

Estaba María llorando fuera junto al sepulcro. Y mientras lloraba se inclinó hacía el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies, y le preguntaron: Mujer ¿porqué lloras? Ella les respondió: “porque se han llevado al señor y no sé donde lo han puesto”. Se volvió y un hombre sin saber ella que era Jesús le preguntó: Mujer, ¿porqué lloras? Y después le dice: “María”. Ella le reconoció y Jesús le dijo “no me toques, todavía no he subido al Padre” “vete donde mis hermanos y diles, subo a Mi Padre y Vuestro Padre, a Mi Dios y Vuestro Dios”.

Al atardecer aquel día, el primero de la semana, se presentó a sus discípulos y les dijo:

La paz con vosotros,

como el Padre me envió

también yo os envió”

Dicho esto sopló sobre ellos: “recibid el Espíritu Santo, a quienes perdonéis los pecados les serán perdonados y a quienes se los retengáis le serán retenidos”.


¿Dónde está el Señor en nuestros días?

¿Dónde podemos encontrarlo?

¿Está aún entre nosotros?

Aparte de tus ministros de la Iglesia

cada día te reconozco en el pobre

cada día te veo en el necesitado

en el inmigrante, en el hermano,

en el amor, ese es el verdadero testimonio

el amor cristiano, de hermandad,

amor de verdad, de caridad.

Nosotros solos no podemos cambiar el mundo,

pero hagamos humildemente lo que esté en nuestra mano

y confiemos al Señor el resto.

Porque Dios es amor,

Nuestro Señor Jesucristo es amor

y el Espíritu Santo es amor.


A ti María, madre de Dios

¿Dónde te reconocemos hoy en día?

En nuestras madres, aquí en la Tierra

el amor sentido hacía la fuente que te ha dado la vida

el amor sentido a la mujer que te puso en el camino

el amor sentido a quien te enseñó los primeros pasos

el amor sentido a mi madre que me enseñó el amor.

Madres de Paterna representáis el Espíritu de la Virgen

que Maria Virgen de las Lágrimas

y María Virgen de la Soledad

extiendan su manto protector sobre nosotros

y nos den su bendición.


Y para terminar el pregón dedicar una “levantá” a Nuestro Padre, Jesús Nazareno, Nuestra Señora de las Lágrimas, Nuestro Cristo de la Buena Muerte, Nuestro Santo Entierro y a Nuestra Virgen de la Soledad:

AL CIELO CON ELLOS, AHÍ ESTAÉ.



He dicho.
Extracto del pregón de ALFONSO CARAVACA MORALES

No hay comentarios:

Publicar un comentario