Los "cargadores", a la voz del capataz
se disponen a una nueva "levantá".
Suena un suspiro en el aire,
una plegaria en la tarde
de un alma atormentada,
que ha convertido en saeta su pena
y su pena que se le ha vuelto alegría
al cantar sus sentimientos
a la Madre de Dios, Virgen María.
A su Soledad Coronada,
con un sollozo de espigas
y una saeta cantada,
que con quejidos de pena
nos llevan a acompañarla.
¡Paterna estará en la calle
Seguro que nadie falta,
dando vivas a su Patrona:
La Soledad Coronada.
Gritando a los "cargaores".
¡Mecedla! ¡Mecedla!
¡Aquí la quiero!
Son cuarenta hombros,
¡Que importa si hombres o mujeres!
Son cuarenta hombros
tan fuertes como el acero
los que llevan a María
por las calles de mi pueblo.
Aclamados por la gente
desde un florido balcón
o la que en cualquier esquina espera
que pase la procesión.
Santo Entierro y Soledad
son los reyes de la noche.
Se recogerán despacio
con el calor de su pueblo
y aquí te estarán esperando
¡Ven a verlos paternero!
Serafín Galán Sotano año 2007
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